Ahorros Saqueados: La Estafa Silenciosa

Un tiempo después de creer que al fin ganaba terreno, Elara se sentó a revisar en detalle sus cuentas. El alivio duró poco: una suma importante había desaparecido de las cuentas compartidas. Entendió, helada, que Caden y Liora financiaban su nueva vida con la herencia de ella, escurriendo su futuro sin pudor, como dos parásitos elegantes.
Lejos de rendirse, abrió carpetas, correos y extractos, decidida a seguir cada rastro del dinero. Quería medir la profundidad del engaño y desmontar cada mentira construida a sus espaldas. Desde entonces, juró rastrear, documentar y recuperar lo perdido, convirtiéndose en guardiana férrea de su patrimonio y de sí misma, sin volver a dudar de nadie.