Fernando Grande-Marlaska – Malasaña
Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior en el gabinete español y figura de autoridad respetada, elige Malasaña como su bastión personal, en una morada que destila elegancia y modernidad. Este refugio, caracterizado por espaciosos techos que aspiran hacia el cielo, se viste con paredes de un suave beige y se adorna con mobiliario de última generación.
Entre los rincones, destaca una sala dedicada al bienestar físico, equipada con una cinta para correr, lujos que han suscitado debates en torno a su financiación, avivando el diálogo sobre la delgada línea entre lo privado y lo público en la vida de un servidor del Estado.